Con el uso, las joyas de oro acumulan polvo e
impurezas.
El taller de joyería de
Chamartín, Madrid,
Milenio
te
ofrece una serie de trucos caseros para mantener tus joyas siempre limpias
empleando productos caseros:
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Con lavavajillas
Introduce tus joyas unos 15 minutos en una
solución compuesta por agua fría o templada con unas gotas de lavavajillas;
pasado este tiempo, frótalas con un cepillo de dientes suave, acláralas con
agua corriente y sécalas con un paño limpio. No uses nunca agua caliente, sobre
todo si las joyas de oro tienen incrustadas piedras preciosas, pues pueden
quebrarse con los cambios bruscos de temperatura.
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Con amoniaco
Sumerge durante un minuto tus joyas de oro en
una mezcla de seis partes de agua y una de amoniaco, lávalas con agua corriente
y sécalas bien. El amoniaco es un producto muy potente, por lo que hay que
evitar utilizarlo con demasiada frecuencia y nunca debes emplearlo para limpiar
joyas que contengan platino o perlas.
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Con pasta de dientes
En la palma de la mano, mezcla medio centímetro
de dentífrico con una o dos cucharadas de agua hasta crear una pasta ligera.
Frota tus joyas con un cepillo de dientes de cerdas suaves para no rayarlas,
enjuágalas y sécalas.
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Con agua hirviendo
Sumerge las joyas de oro en un tazón con agua
hirviendo y no las saques hasta que el agua se haya enfriado; a continuación,
frótalas con un cepillo suave y sécalas con cuidado.
El taller de joyería de
Chamartín, Madrid,
Milenio
advierte
que este método sólo es recomendable cuando las joyas son sólo de oro y no
llevan incrustadas piedras preciosas, como perlas, gemas o coral, pues podrían
rajarse.